En Fisherton, a las afueras de la ciudad de Rosario, un barrio cerrado es concebido y diseñado en relación a un gran lago.
El lote de 2500 m2 en el que recibimos el encargo, apoya dos de sus lados sobre el agua y a su vez dispone de extensas visuales al estar ubicado en la intersección de dos brazos que componen este gran espejo.
El planteo inicial de los propietarios fue contundente y preciso:
Ubicar la construcción de manera tal que llegue con una galería hasta el borde sudeste del solar, punto estratégico por sus extensas visuales, y que la construcción al recostarse en la margen este, contenga y proteja la porción oeste lote.
Nuestra intención de generar un frente que brinde intimidad y una relación directa a la vivienda con la calle, en este caso un cul de sac ubicado en el extremo noroeste del terreno, nos lleva a conectar dos puntos polarmente opuestos.
Un largo recorrido de más de 50m, nos permite pensar el programa en un solo nivel, que en la búsqueda de atajos genera diferentes calidades de espacios abiertos en los que se refuerza y apoya la solución programática.
El edificio navega despegándose del suelo, generando un percepción dinámica tanto en el exterior como en el interior. Su recorrido nos impone diversas maneras de relacionarnos con el entorno, que en este caso se caracteriza por la presencia del agua.
La elevación del edificio respecto del terreno nos acerca visualmente al lago de manera análoga a la de la cubierta de una embarcación que se define materialmente por su solado de tablas de madera.
La particular geometría de la vivienda y su ubicación en el terreno es la compleja respuesta a la problemática planteada.
En este proyecto se ven plasmados de manera clara los conceptos de público y privado como también la incansable búsqueda personal del patio como un espacio más a cielo abierto sobre el que se organiza la vivienda.
El lago, en este caso es una calle más que construye y conforma esta porción de ciudad al que le brindamos una fachada y a su vez límites en busca de intimidad.